A la poda se la conoce como la cirugía del árbol, porque implica el tratamiento y eliminación metódica de ciertas partes de la planta para mejorar o regular su crecimiento, su productividad y la apariencia general de las partes restantes. Por lo tanto, requiere una comprensión de las técnicas básicas de corte que funcionan mejor tanto con árboles como con arbustos.
¿Cómo podar arbustos o setos?
Para realizar la poda de arbustos primero se deben eliminar las ramas muertas o enfermas, y luego tratar de mejorar la forma de la planta con la poda de ramas cortas. Posteriormente, los chupones, esas ramas demasiado crecidas, se cortan desde sus bases.
También se deben acortar las ramas fuertes que se doblan hacia el suelo debido al exceso de peso y longitud.
En especies arbustivas que tienen una alta densidad de brotes desde la base, se debe realizar un aclareo para permita que crezcan nuevas hojas. Si desea rejuvenecerlos, los arbustos deben recortarse a unos 15 cm del suelo.
¿Cómo realizar la poda de árboles?
En cuanto a la poda de árboles, comienza de la misma manera que para los arbustos: primero cortar las ramas secas, enfermas, rotas y mal formadas. Si los brotes están atrofiados, debes podar sus brotes laterales y secundarios para mantenerlos vigorosos.
Trata de asegurarte de que la copa está sostenida por tres o cuatro ramas principales que comiencen desde la parte superior del árbol. Para ello, si el árbol no es muy grande, es necesario realizar podas de entrenamiento para eliminar las ramas del interior de la copa que tienen pocas hojas en la parte superior y las que rozan con otras ramas y el tronco.
¿Cómo cortar las ramas grandes?
Para ramas grandes, el primer corte debe hacerse en la parte inferior de la rama hasta la mitad de su grosor. Luego se debe hacer un segundo corte en la parte superior, también de la mitad del grosor, unos 10 a 15 cm antes que el corte anterior. Las ramas se caerán antes de que termine el último.
Finalmente, corte las ramas restantes que aún están adheridas al tronco en ángulo para ayudar a la cicatrización posterior y al crecimiento de la corteza que cubre la herida lo más rápido posible.
Es importante recordar que las heridas de poda pueden convertirse en un foco de infección, especialmente si tienen más de 10 cm de diámetro. Por esta razón, deben cubrirse con un fungicida, seguido de una sustancia selladora no tóxica como cera de abeja, cebo o resina almáciga (también conocida como masilla).
Tipos de poda según la finalidad
- Fructificación: favorece el desarrollo de los botones florales. El objetivo es mantener un equilibrio entre la producción de frutos y hojas. Comienza con la entrada del árbol en producción.
- Rejuvenecimiento: en un árbol establecido, se eliminan las ramas rotas, viejas o enfermas, o se podan algunas para limitar la altura del dosel y guiar la extensión de las ramas.
- Mantenimiento: ayuda a dar forma a un árbol o seto y a mantenerlo exuberante. Se recomienda cortar los brotes en línea recta unos 10-15 cm, dependiendo de la altura deseada.
¿Cuándo realizar la poda?
Se pueden distinguir dos tipos de poda en función del momento de su realización:
- Poda de invierno: Este es el mejor momento para podar árboles frutales. Si las temperaturas invernales son bajas, es mejor evitar los días más fríos y retrasar la poda hasta el final del invierno. Sin embargo, si los inviernos son más suaves, la poda se puede adelantar al inicio de la temporada.
- Poda “verde” o de verano: se realiza en los frutales con hojas, encaminada a eliminar los brotes más vigorosos, los que consumen más recursos, para que surjan nuevos brotes laterales, más débiles pero portadores de botones florales.