Preparar y mantener el invernadero a punto

El cultivo en invernadero es un auténtico aliado de la huerta. Pero ojo: no es oro todo lo que reluce. O mejor dicho, para que sea completamente funcional, tenemos que considerar algunas cosas. Aunque estas estructuras son más que positivas para el jardín, hay unas cuantas propiedades de cultivo que hay que conocer a la hora de colocar nuestras plantas en el interior. Algunos lejos de ser factores secundarios y de los que puede depender todo el resultado de nuestra cosecha.

Por esta razón, vale la pena entenderlos más a fondo antes de considerar el cultivo en invernadero para conocer la mejor forma de conseguir que las semillas de nuestro huerto germinen correctamente o de que nuestros plantones crezcan.

El lugar, esencial para el cultivo en invernadero

Tan importante como la posición del cultivo en el suelo, en el caso del cultivo en invernadero, es la posición de la estructura. El desarrollo de nuestras plantas dependerá de si elegimos correctamente la ubicación del invernadero. Esto es lógico porque, al final del día, un invernadero tiene que proteger las plantas del mal tiempo, pero incluso entonces tiene requisitos similares a los del cultivo en el suelo.

Para que funcione correctamente, lo ideal es orientar el eje superior en dirección este-oeste. De esta forma, nos beneficiaremos de una exposición solar plena.

El riego, el eslabón más delicado del cultivo en invernadero

Este es probablemente el aspecto más delicado del cultivo en invernadero. Precisamente por ser un espacio protegido y controlado, también tiende a no dejar escapar la humedad de nuestras plantas. Lo que es bueno para su desarrollo también puede ser malo para ellas.

Entonces, cuando se trata de riego, tenemos que extremar las precauciones. Si nos descontrolamos y tenemos en cuenta la atmósfera que se crea en el invernadero, nuestras plantas se asfixiarán y morirán. Y si nos quedamos cortos, sobre todo en un día caluroso, pueden secarse. Por ello y para poder cultivar bien, lo ideal es ajustar nuestros sistemas de riego para que el sustrato esté permanentemente mojado sin pasarse.

También tenemos que controlar la humedad ambiental, que tiene que estar entre el 50% y el 60%.

El control de plagas, fundamental para el éxito de nuestros cultivos

Algo lógico. Por lo que acabamos de ver, un invernadero de jardín podría ser un lugar ideal para que prosperen las plagas. Por este motivo, es mejor prevenir la aparición de plagas antes de plantearse cómo eliminarlas de forma natural.

Ventilación diaria

Algo muy relacionado con los puntos anteriores. La ventilación durante al menos una hora al día es fundamental para evitar una humedad ambiental excesiva. Las mejores medidas preventivas contra aquellas plagas o enfermedades para las que las condiciones de calor y humedad son un caldo de cultivo perfecto.

Esta tarea de ventilación además puede mejorar la calidad del aire en nuestros invernaderos. Y, de paso, renueva el aire al que están expuestas nuestras plantas. Sí: tenga cuidado. Para que esta tarea sea beneficiosa para el cultivo en invernadero durante los meses más fríos, debemos realizarla durante la parte más calurosa del día.

Tan importante como todo lo que acabamos de ver es otro aspecto. Abrir los paneles o puertas de nuestro invernadero nos permitirá atraer insectos polinizadores. Algunos son esenciales para la vida en general, pero aún más para el jardín.

La limpieza de la estructura es muy importante para el desarrollo de nuestros cultivos

Otro aspecto, aunque parezca secundario, es importante. Mantener limpia la estructura del invernadero permitirá que la luz del sol pase correctamente.