Son muchas las dudas que se nos plantean a la hora de comenzar con un nuevo cultivo de invernadero.
En esta entrada trataremos algunos de los aspectos claves tanto previos al montaje como a la hora de iniciar nuestras primeras cosechas de invernadero. También trataremos todo lo necesario para mantener un invernadero de jardín sano si empezamos desde cero.
Localización y orientación
Es muy importante evitar las sombras, ya sean de árboles o de edificaciones colindantes, para aprovechar el máximo de luz natural solar. Otro aspecto clave es la orientación, en la que deberemos colocar el eje superior de este a oeste, lo que nos garantiza una exposición solar plena durante toda la jornada.
Riego, ventilación, control de plagas y limpieza
Al encontrarnos en un ambiente protegido y controlado el control del riego y el consecuente control de la humedad es un aspecto vital para el buen funcionamiento de nuestro invernadero. No deberemos pasarnos porque eso asfixiaría nuestros cultivos, ni quedarnos cortos especialmente en los días de calor, ya que se secarían en exceso. Trataremos de mantener el sustrato húmedo pero sin exceso.
La ventilación complementará al riego en el control de la humedad, tendrá que ser diaria de al menos una hora para conseguir mejorar la calidad del aire.
Durante los meses más fríos procuraremos hacerla en la franja horaria más calurosa, para que el descenso de la temperatura no sea demasiado brusco. Además al ventilar para conseguir una mejor calidad del aire podremos evitar las plagas con más facilidad, y atraer a insectos polinizadores que serán de gran ayuda en el mantenimiento de nuestro huerto.
El aspecto más importante en el control de plagas será siempre la prevención. Cuanto más sanas estén nuestras plantas menos posibilidades tendremos de que las aparezcan plagas. Para ello tendremos que ocuparnos de mantenerlas limpias de malas hierbas, preocuparnos de que tengan los suficientes nutrientes renovándoles el sustrato, abonándolas correspondientemente cada una y cortarles las ramas secas.
Otro método de prevención eficaz será el atraer insectos que sean depredadores de aquellos que componen las plagas más habituales. Requiere de cierta planificación por adelantado. A la hora de evitar las plagas en primavera tendremos que disponer los hábitats para nuestros insectos benignos desde el otoño anterior.
Por último está el uso de insecticidas ecológicos, en los que trataremos de buscar aquellos que nos protejan del mayor espectro de plagas posible.
Un último aspecto, pero no por ello menos importante, será la limpieza de la estructura de nuestro invernadero. Eliminar las partículas de polvo y suciedad que cubren nuestro invernadero contribuye enormemente al correcto paso de la luz solar. Una limpieza adecuada nos beneficia directamente a la hora de mantener nuestras cosechas sanas.