Jardín alpino o Rocalla
Un Alpinum o Alpinarium, es un jardín especializado enfocado en las plantas de las zonas de Alta Montaña de todas las regiones del mundo. Un Alpinum intenta imitar en sus instalaciones, con grandes piedras y lechos de gravas, las condiciones en las que se encuentran estas plantas en sus lugares de origen. Las plantas se cultivan en un suelo pobre y escaso en huecos de columnas de piedra o en las juntas de las estructuras de piedra.
Normalmente uno de los principales impedimentos para su cultivo son las condiciones adversas para su desarrollo que existen en algunas zonas, en particular con los inviernos suaves y las fuertes y copiosas lluvias (ej. Reino Unido e Irlanda), esto se evita cultivando estas plantas en Invernaderos llamados casas alpinas, que reproducen lo más fielmente posible sus condiciones ideales de desarrollo.
Jardín aromático
El aroma y la fragancia de las plantas aromáticas han sido utilizados por el ser humano durante al menos tres mil años. Ya en el antiguo Egipto, plantas como el incienso y la mirra se usaban para hacer ungüentos para la higiene personal y para embalsamar a los muertos.
La palabra perfume deriva del latín per, “a través“ y fumare, “humo“ o humo, debido a la antigua costumbre de quemar leña o plantas aromáticas como ofrenda a los dioses. La costumbre fue adoptada por los egipcios, griegos y romanos, y todavía se practica hoy en día en las religiones orientales como el budismo y el hinduismo, e incluso se quema incienso de acuerdo con las primeras tradiciones judías durante las grandes celebraciones en las iglesias cristianas.
Muchas especies de plantas aromáticas son nativas de Persia, por lo que no sorprende que los jardines del Medio Oriente sean conocidos como los jardines más fragantes de la antigüedad. En la Edad Media, el interés por cultivar jardines fragantes se extendió a través de la frontera persa, hacia la India y Europa, principalmente en los monasterios, donde las plantas y las flores se cultivaban más por razones prácticas que por entretenimiento, para ser guardianes de ciertas especies, de lo contrario se perderían.
A partir del siglo XVI, los cambios en la vida provocados por los viajes y los descubrimientos hicieron avanzar la ciencia, especialmente la botánica, y fomentaron la cría de especies traídas del Nuevo Mundo. Es importante tener en cuenta el clima en el que crecerá el jardín. En el Mediterráneo, sabiendo que tales climas se extienden a Asia, India y China, los jardines se pueden disfrutar la mayor parte del año, por lo que las plantas aromáticas son más populares aunque tengan flores pequeñas.
En climas más fríos, donde las flores grandes y llamativas son más populares, viéndolas desde las ventanas o usándolas como flores cortadas, el aroma es un problema menor. Así, en el sur de España se mantuvo esta tradición de los jardines fragantes (llamados jardines de flores antes de que se introdujera en nuestro idioma la palabra francesa “jardín“).
El olor a jazmín, azahar, campanilla, todas flores pequeñas, impregna el ambiente del jardín andaluz, con poco espacio para las flores cortadas. Las modas de jardinería han fluctuado a lo largo de la historia. En Inglaterra, por ejemplo, durante la época de los Estuardo y los Tudor, los monjes del monasterio trajeron la moda mediterránea y predominaron las flores aromáticas, la madreselva y las hierbas, pero cuando se dieron cuenta de que eran jardines adecuados para su clima, surgieron estilos paisajísticos, imperante en el siglo XVIII, las alfombras de flores, más apetecibles que los olores, y los macizos de flores que se podían cortar para dejar una fragancia pura. Este desinterés continuó hasta mediados del siglo XIX, cuando los destacados cultivadores de flores Gertrude Jekyll y William Robinson elogiaron las cualidades de las plantas aromáticas y promovieron su cultivo.
Actualmente, la tendencia a pensar que los hermosos jardines también son útiles ha despertado el interés por este método de cultivo. Pero la importancia de estas plantas no radica sólo en los placenteros efectos sensoriales que evocan al caminar entre ellas, nos deleita su aroma, al degustarlas como condimentos culinarios o incluso como símbolos religiosos, sino que también, ya sean silvestres o aún cultivadas, han sido utilizadas desde la antigüedad por sus propiedades medicinales y cosméticas.
Jardín miniatura o Bonsái
Un jardín miniatura es una réplica de un jardín natural con plantas y árboles en miniatura. La palabra bonsái proviene del japonés bon, que significa “bandeja“, y sai, “casa“, y se refiere a una técnica de cultivo de árboles en miniatura que se originó en China muchos siglos atrás. No se sabe con certeza cuándo se originó el bonsái, pero se cree que data del siglo III a. C., cuando los chinos comenzaron a cultivar árboles en macetas.
La técnica de cultivo de bonsái fue llevada a Japón por los chinos en el siglo VI, y se convirtió rápidamente en un arte nacional. La técnica se perfeccionó durante los siglos XI y XII, y se popularizó entre la nobleza y el samurái. A mediados del siglo XIX, el bonsái se convirtió en un arte popular en Japón, y en 1868, el emperador Meiji declaró oficialmente el bonsái como arte nacional. Desde entonces, el bonsái se ha convertido en un arte mundial, y se pueden encontrar bonsáis en todo el mundo.
El bonsái es un arte, una forma de cultivo y una forma de meditación. Como arte, el bonsái se centra en la creación de una obra de arte viva, un árbol en miniatura que es bello tanto por su forma como por su tamaño. Como forma de cultivo, el bonsái se centra en el cuidado y el cultivo de un árbol en miniatura, de modo que se pueda mantener en un tamaño pequeño. Como forma de meditación, el bonsái se centra en el cuidado y el culto a un árbol en miniatura, de modo que se pueda trabajar la relajación y la concentración.
Los bonsáis se pueden cultivar en una variedad de formas, desde árboles frondosos hasta coníferas, y se pueden cultivar en una variedad de tamaños, desde árboles de bonsái de una pulgada de altura hasta árboles de bonsái de cinco pies de altura. Para cultivar un bonsái, se necesita una semilla, una plántula o un árbol adulto. Se necesita una maceta o una bandeja, y se necesitan unas pocas herramientas, como tijeras, cuchillas, pinzas, palas y rastrillos.
El bonsái se puede cultivar en interiores o en exteriores, y se puede cultivar en una variedad de climas, desde climas templados a climas fríos. El bonsái se puede cultivar en una maceta o en una bandeja de diferentes tamaños y formas. Las macetas y las bandejas se hacen de una variedad de materiales, como arcilla, metal, plástico o madera. El bonsái se puede cultivar en una variedad de suelos, desde suelos orgánicos hasta suelos inorgánicos. El bonsái se puede cultivar en una variedad de climas, desde climas templados a climas fríos.
Jardín chino
Los jardines chinos y japoneses son jardines paisajísticos inspirados en la naturaleza. Se caracterizan por el uso de rocas y piedras, y por el uso de plantas y árboles en miniatura. Los jardines chinos y japoneses se originaron en China y en Japón, respectivamente, hace miles de años.
Los jardines chinos se inspiraron en la naturaleza, y los jardines japoneses se inspiraron en los jardines chinos. Los jardines chinos y japoneses se han convertido en un arte mundial, y se pueden encontrar en todo el mundo.
El jardín chino se caracteriza por el uso de rocas y piedras, y por el uso de plantas y árboles en miniatura. Los jardines chinos se originaron en China hace miles de años, y se inspiraron en la naturaleza. El jardín japonés se caracteriza por el uso de rocas y piedras, y por el uso de plantas y árboles en miniatura. Los jardines japoneses se originaron en Japón hace miles de años, y se inspiraron en los jardines chinos.
Jardín tropical
Un jardín tropical es un jardín que se encuentra en una zona tropical, y se caracteriza por el uso de plantas exóticas y frutales. Los jardines tropicales se originaron en las zonas tropicales de Asia, África y América Latina, hace miles de años. Los jardines tropicales se han convertido en un arte mundial, y se pueden encontrar en todo el mundo.
El jardín tropical se caracteriza por el uso de plantas exóticas y frutales. Las plantas exóticas incluyen plantas como las bromeliáceas, las orquídeas, las bambúes y las palmeras. Las plantas frutales incluyen plantas como los mangos, los plátanos, las papayas y las naranjas. Los jardines tropicales se pueden cultivar en interiores o en exteriores, y se pueden cultivar en una variedad de climas, desde climas templados a climas cálidos.
Para cultivar un jardín tropical, se necesita una semilla, una plántula o un árbol adulto. Se necesita una maceta o una bandeja, y se necesitan unas pocas herramientas, como tijeras, cuchillas, pinzas, palas y rastrillos. El jardín tropical se puede cultivar en una maceta o en una bandeja de diferentes tamaños y formas. Las macetas y las bandejas se hacen de una variedad de materiales, como arcilla, metal, plástico o madera.
El jardín tropical se puede cultivar en una variedad de suelos, desde suelos orgánicos hasta suelos inorgánicos. El jardín tropical se puede cultivar en una variedad de climas, desde climas templados a climas cálidos.
Jardín inglés
Los diseños de jardines ingleses que toman los principios anteriores de los elementos naturales como punto de partida ciertamente no son reservas naturales y salvajes que ahora se conservan en la naturaleza, sino a su manera, tan artificiales y sofisticados como sus predecesores. Los clásicos europeos de los parques ingleses contienen muchos elementos románticos: siempre hay un estanque con un puente o un muelle. El lago suele estar rodeado por un pabellón hexagonal, generalmente en forma de templo romano. A veces, el parque incluye un pabellón chino. Otros elementos comunes son las cuevas y las ruinas.
Su concepción es irregular. Caminos sinuosos y vegetación aparentemente indómita dan la impresión de naturaleza. Los accidentes del terreno, como las pendientes, se protegen y aprovechan. Abundan los arbustos, la maleza y los elementos arquitectónicos que participan en su decoración: necios, rocas, estatuas, bancos, etc. Varias asociaciones de artes decorativas. Las formas y colores de la vegetación son variadas. No se indica el itinerario, porque en el proceso de paso por el jardín inglés hay espacio para la sorpresa y el descubrimiento, y no suele haber una gran avenida recta que guíe los pasos de los caminantes, sino un “vagabundeo poético”.
Jardín islámico
Los jardines islámicos son un tipo de jardín que se desarrolló en el Cercano y Medio Oriente y en las áreas ocupadas por los árabes de la cuenca del Mediterráneo.
Los jardines son una parte intrínseca de la cultura islámica y están bien representados en pinturas y miniaturas. El jardín islámico apela a todos los sentidos, la cerámica moteada, la fragancia de las flores, el zumbido del viento y el agua, el canto de los pájaros, permiten al espectador ver lo que Mahoma llamó el Jardín del Paraíso.
Jardín Zen
El jardín seco japonés, o karensansui , también conocido como jardín zen, es un estilo de jardín japonés que consiste en un suelo arenoso poco profundo que contiene arena, grava, rocas y, ocasionalmente, hierba, musgo y otros elementos naturales, que simulan agua y montañas. Son utilizados por los monjes zen japoneses como una forma de meditación.
Se incluye en la tipología de jardín plano en contraposición al jardín de colina.
Son escenas de jardín y, por lo tanto, tienen un tamaño limitado (hasta 10×30 metros). La arena rastrillada representa el mar, rastrillado en anillos alrededor de las rocas, como si se formaran ondas en el agua. En el resto del jardín discurre paralelo a la plataforma. Estos jardines están construidos para la observación, generalmente desde terrazas o plataformas superiores, pero no para caminar.