La huerta y jardinería orgánica promueven la salud y el bienestar de las personas y del planeta. Pero no usar productos químicos no es suficiente. Hay otros que no se deben utilizar.
La jardinería verde no utiliza pesticidas químicos sintéticos ni ciertos fertilizantes o herbicidas para el jardín. Esto le ayuda a vivir en armonía con la naturaleza en su jardín, en lugar de contra ella.
Este tipo de paisajismo promueve la biodiversidad y evita que muchos contaminantes nocivos entren, por ejemplo en el agua, a través de elementos adyacentes de su jardín.
Debido a que la jardinería orgánica a veces es muy diferente de la jardinería convencional, los principiantes en esta materia continúan cometiendo errores que alteran el equilibrio de la naturaleza.
1. Erradicación completa de plagas
Si encuentra plantas enfermas o plagas en su jardín, es posible que se pregunte qué hacer. En la jardinería tradicional, simplemente puede usar pesticidas o herbicidas y eliminar por completo las “malas hierbas” y los “bichos” no deseados.
Sin embargo, la jardinería orgánica no se trata de erradicar plagas y enfermedades, ya que hacerlo a menudo también daña las plantas vecinas, los pájaros y los insectos que frecuentan el jardín.
Lo que se busca es un equilibrio natural entre plantas productivas y decorativas y plantas y animales que no planificamos pero que también aportan al ecosistema.
También debe evitar quemar malas hierbas en su jardín, ya que para muchos insectos son su fuente de alimento.
2. No planear las tareas
El éxito de la jardinería orgánica depende en gran medida de la planificación. Sepa con anticipación qué plantas son adecuadas para su ubicación, suelo y exposición al sol.
También asegúrese de combinar las plantas razonablemente entre sí. Algunas variedades de plantas se apoyan entre sí y, como vecinas, se protegen entre sí de las plagas. Sin embargo, otras detienen su crecimiento.
El cuidado adecuado también es importante. Esto se aplica al riego, la poda y la fertilización natural. Debes entender las necesidades de las plantas.
3. Utilizar de inmediato pesticidas ecológicos
En general, se considera suficiente reemplazar los plaguicidas convencionales por otros plaguicidas autorizados para su uso en la producción ecológica. Los pesticidas verdes son menos dañinos para el medio ambiente, pero solo deben usarse en situaciones de emergencia.
En los ecosistemas naturales, es normal que algunas plantas sean víctimas de plagas y enfermedades de vez en cuando y eventualmente mueran. En lugar de matar las plagas con pesticidas, deje que siga el curso natural.
Insistimos en la necesidad de los cuidados: si miras tus plantas a diario, podrás cortar o limpiar la zona afectada, sin necesidad de usar un producto específico.
4. Usar turba
La tierra preparada para macetas y plantas que puedes comprar en ferreterías, ferias y centros de jardinería, a menudo contiene turba. Las plantas compradas en macetas a menudo también la contienen.
La turba está bien para los jardines, pero desde un punto de vista ecológico es una materia prima problemática. El páramo debe ser destruido para extraerlo. Estos páramos son el hábitat de muchas especies de plantas y animales y son importantes depósitos de dióxido de carbono. Si se destruyen, la cantidad de dióxido de carbono almacenada hasta ese momento se liberará a la atmósfera.
Existen alternativas a la turba como la xilita, la fibra de madera, el compost vegetal o la perlita.
5. Utilizar plástico
Para que tu jardín sea lo más sostenible posible, debes intentar reducir el uso de plástico. Por ejemplo, utilice herramientas de jardín con mangos de madera y evite macetas o redes de plástico.
Si no se puede evitar la compra de ayudas plásticas, debe asegurarse de usarlas durante el menor tiempo posible. También puede comprar herramientas de jardín usadas para darles una nueva vida.
6. No dejar crecer el jardín
En la jardinería orgánica, no todo se centra en las personas y sus gustos o necesidades. También se debe considerar y disfrutar el desarrollo de pequeños ecosistemas en los que las necesidades de todas las especies que cohabitan son importantes.
En un jardín ecológico, los caminos y los espacios pavimentados no tienen mucho sentido. El espacio verde debe dominar. Integrar cuidadosamente áreas de descanso y senderos.
Asegúrate también de crear rincones salvajes en el jardín. Estas son pequeñas hierbas que se dejan crecer. Los pastos y las flores que crecen naturalmente no solo se ven hermosos, sino que también atraen una gran cantidad de insectos, lo que promueve la biodiversidad.